
Juantxu Bazán, 24 de noviembre 2020.
No sé las veces que he mirado el mar y el cielo desde este lugar, con el ocre de la arena a mis pies, tratando de imprimir en mi mirada los infinitos matices de colores, reflejos y formas en movimiento. El mar y el cielo desde esta playa, oráculo que evoca pensamientos que se desplazan entre las olas, el viento y la luz. Solo en el mar lejano, más allá de los espigones, se aprecia la quietud, algo confusa, que desliza su fuerza en la orilla escribiendo un pentagrama de mareas.
El boceto no ha evolucionado en acuarela acabada, he decidido que no le hace falta en este momento. Me basta saber que las pinceladas quieren recoger ese instante en el que la luz del cielo, gris y azul, permite esos turquesas en el mar (fundiendo verdes y azules) que parecen romperse en el blanco de la espuma para depositarse en la arena.
Volveré al mismo lugar, escenario que atrapa mi mirada, y volveré a pintar nuevos trazos que no precisen arte final… como una vida interminable que transcurre en el paisaje que se resiste a ser detenido en un instante.
Juantxu Bazán, 9 de noviembre de 2020
Otras fotos relacionadas:
El jibión es la denominación que recibe el calamar en Castro Urdiales. Es curioso porque en la RAE el jibión es la pieza dura (pluma, o hueso) de la jibia (sepia en el habla local de Castro). El modelo de jibión que he pintado está tomado de varias imágenes, y mi propia aportación, es por lo tanto mi propia visión del jibión en el fondo del mar cuando es sorprendido y chorrea su tinta para evadirse y fugarse, en el instante en que cruza la mirada con el espectador.
Juantxu Bazán, 9 de noviembre de 2020
J. B.
5 de octubre 2020
La iglesia de San Juan, en Salarzón, es una iglesia rural muy singular, una rareza del neoclásico tardío en un entorno rural que llama mi atención por el equilibrio de sus formas, su cúpula octogonal, los tonos de su sillería y de su mampostería, en la que se combinan tonos que van del siena tostada a morados claros, lavandas… no fáciles de conjugar, con el azul del cielo y los verdes de la vegetación.
La iglesia está rodeada de un muro de mampostería caliza sobre el que destaca el hueco en arco de medio punto rematada con elementos clasicistas. Frente a la iglesia crecen un laurel y un moral que en la pintura se insinúan, muy oscuros, en la parte inferior derecha.
Está pintada el 12 de junio de 2020 con la entrega a un edificio que disfruto al mirar, aunque pienso que la acuarela tiene algo de exceso de pintura.
Juantxu Bazán, 17 de junio 2020
J. B.
4 de junio 2020
En realidad no es la casa en donde vivía mi madre, y yo cuando era pequeño, y mi padre, y mi abuelo, y mis dos hermanos, en Melitón Pérez del Camino. No, pero me he inspirado en esa casa con el balcón con esa forja de la época. El dibujo está hecho de memoria muy suelto y a mi aire, recomponiendo el diseño de aquellos balcones para ajustarlo a la composición que me interesaba.
J. B.
Pintado en periodo de encierro, en los que uno tiene deseos de mirar y descubrir cosas cuando sale al balcón de la cocina.
J.B. 22 de mayo de 2020.
Esta acuarela nace de una idea un tanto disparatada, y para no perderla en el olvido la ejecuto casi al mismo tiempo en el que se me ocurrió con un boceto previo muy rudimentario. En realidad es un mensaje en clave para una persona, no tiene otras connotaciones pero a mi se me antoja muy expresivo y surrealista.
Juantxu Bazán, a 1 de mayo de 2020.