Con la admiración por la serie de grabados «Los desastres de la guerra», de Goya, y en referencia al que titula como «No hai remedio» que reproduzco más abajo para seguir contemplando la belleza y la tragedia de una de sus muchas obras maestras.
Boceto en din A4 a punta fina y grafito. Diciembre 2021
El boceto es un apunte o idea para un proyecto «Los desastres en la mano del dibujante», en el que el dibujante dialoga con Goya a través de su grabados.
He tratado de introducir movimiento, y la caída por una agujero negro. Para ello he cambiado el blanco tras la puerta del pictograma por el negro. Y he tratado de hacerlo sin que haya demasiado ruido… pero no sé si lo he conseguido felizmente. Reproduzco el boceto que quizás plasme mejor la idea:
Boceto para ejercicio de movimietno y caída. JB 21 de noviembre 2021
J.B. Playa de Brazomar en Castro Urdiales. Boceto de acuarela sobre cuaderno de pruebas de papel de grano fino de 300 g. Junio de 2020.
No sé las veces que he mirado el mar y el cielo desde este lugar, con el ocre de la arena a mis pies, tratando de imprimir en mi mirada los infinitos matices de colores, reflejos y formas en movimiento. El mar y el cielo desde esta playa, oráculo que evoca pensamientos que se desplazan entre las olas, el viento y la luz. Solo en el mar lejano, más allá de los espigones, se aprecia la quietud, algo confusa, que desliza su fuerza en la orilla escribiendo un pentagrama de mareas.
El boceto no ha evolucionado en acuarela acabada, he decidido que no le hace falta en este momento. Me basta saber que las pinceladas quieren recoger ese instante en el que la luz del cielo, gris y azul, permite esos turquesas en el mar (fundiendo verdes y azules) que parecen romperse en el blanco de la espuma para depositarse en la arena.
Volveré al mismo lugar, escenario que atrapa mi mirada, y volveré a pintar nuevos trazos que no precisen arte final… como una vida interminable que transcurre en el paisaje que se resiste a ser detenido en un instante.
Juantxu Bazán, 28 de agosto 2020. Acuarela sobre papel Canson de 300 g. grano fino 100% algodón. 26×36 cms.
El jibión es la denominación que recibe el calamar en Castro Urdiales. Es curioso porque en la RAE el jibión es la pieza dura (pluma, o hueso) de la jibia (sepia en el habla local de Castro). El modelo de jibión que he pintado está tomado de varias imágenes, y mi propia aportación, es por lo tanto mi propia visión del jibión en el fondo del mar cuando es sorprendido y chorrea su tinta para evadirse y fugarse, en el instante en que cruza la mirada con el espectador.
Iglesia de san Juan, en Salarzón, valle de Bedoya (Liébana, Cantabria). Acuarela y estilógrafo sobre papel Canson de 300 g. grano medio 100% algodon. JB, 12 de junio de 2020.
La iglesia de San Juan, en Salarzón, es una iglesia rural muy singular, una rareza del neoclásico tardío en un entorno rural que llama mi atención por el equilibrio de sus formas, su cúpula octogonal, los tonos de su sillería y de su mampostería, en la que se combinan tonos que van del siena tostada a morados claros, lavandas… no fáciles de conjugar, con el azul del cielo y los verdes de la vegetación.
La iglesia está rodeada de un muro de mampostería caliza sobre el que destaca el hueco en arco de medio punto rematada con elementos clasicistas. Frente a la iglesia crecen un laurel y un moral que en la pintura se insinúan, muy oscuros, en la parte inferior derecha.
Está pintada el 12 de junio de 2020 con la entrega a un edificio que disfruto al mirar, aunque pienso que la acuarela tiene algo de exceso de pintura.