Lección de aritmética que deben aprender los partidos a la izquierda del PSOE

Los partidos a la izquierda del PSOE no saben de aritmética y tienen que aprender a sumar.

Incluso aquellas personas que dicen ser de Letras, saben que es preciso tener conocimientos de geometría, lo mínimo como para orientarse en un espacio en el que es menester saber dónde se sitúa el Norte, conocer cuándo y por dónde sale el sol, y distinguir lo que tenemos a izquierda y derecha. Y también de aritmética, al menos lo que tradicionalmente se han llamado las cuatro reglas, aprendizaje muy útil para calcular porcentajes y hacer repartos proporcionales, quizás con ello aprendamos a distinguir lo que es justo de lo que no lo es.

En Cantabria hay al menos cuatro partidos que aplicando las reglas de la geometría se sitúan a la izquierda del PSOE: Podemos, Izquierda Unida, Cantabristas y VerdesEquo. En el año 2019 estos cuatro partidos se presentaron en tres candidaturas: Podemos, Marea Cántabra (que reunía a IU y VerdesEQUO) y Cantabristas. Ninguna de las tres candidaturas alcanzaron el mínimo exigible, el 5% sobre el total de votos válidos, por lo que quedaron condenadas al ostracismo parlamentario, y si se me permite, deberían haber sido enviadas al rincón de pensar. Digo esto porque es como para pensarse que si sumaran los respectivos votos de estas tres candidaturas el resultado hubiera sido muy diferente, con la salvedad de que estos tres partidos juntos probablemente hubieran sumado más por las ventajas que supone la concentración de esfuerzos. Sumemos: 10.224 votos de Podemos, más 6.204 votos de Marea Cántabra, más 1.584 votos de Cantabristas habrían completado un total de 18.102 votos que, esta vez sí, hubieran sobrepasado el mínimo 5% exigible para entrar en el Parlamento de Cantabria, y de acuerdo con las reglas de reparto (sistema d´Hond) hubieran permitido obtener dos diputados. En fin, una lástima. Mejor dicho, una lección a aprender para siguientes elecciones autonómicas, es decir, para las que acaban de celebrarse el 28 de mayo.

Llegados a este punto hay que llamar la atención por el hecho de que una exigencia de un 5% para entrar en el parlamento autonómico o en el ayuntamiento es una cortapisa para una verdadera representación democrática. En todas las elecciones se quedan muchas alternativas políticas fuera del parlamento, trasladando esa representatividad de forma espuria a otros partidos, casi siempre los mayoritarios, que no han recibido tales votos. Menos sentido tiene que en algunas comunidades autónomas (Asturias, Euskadi, Navarra, Aragón, Catalunya, Castilla y León y Castilla – La Mancha) tengan la barrera del 3% para entrar en sus cámaras, mientras que en Cantabria, Galicia, Madrid, La Rioja, Comunidad de Madrid, Islas baleares, Valencia, Ceuta y Melilla, lo tengan fijado en el 5% de la circunscripción electoral. Este tope electoral se justifica para evitar la fragmentación en las cámaras representativas (como si la diversidad política fuera un problema siendo como es el retrato de la realidad de un país), cuando lo que persigue es poner un obstáculo para evitar que los partidos pequeños tengan su cuota de representación y se desaliente a los votantes para practicar el recurrente voto útil. El Tribunal Constitucional ya se ha pronunciado sobre esta cuestión aduciendo que el derecho de participación política que proclama el art. 23.2 de la Constitución Española debe ceder frente a la gobernabilidad y la estabilidad parlamentaria. Un pronunciamiento cogido con pinzas puesto que ni la gobernabilidad ni la estabilidad son principios constitucionales, ni tampoco dependen de que los partidos pequeños entren en el parlamento, sino que, al revés, se propicia la colaboración de mayorías parlamentarias más amplias, y por ello más legítimas y representativas puesto que se apoyan en mayor número de electores.

Los partidos a la izquierda del PSOE no aprenden a sumar

Como ya es sabido, en estas últimas elecciones autonómicas las cuatro formaciones a la izquierda del PSOE vuelven a presentarse por separado, en otras tres candidaturas diferentes. No aprendieron a sumar, o quizás peor, sumaron perfectamente y sabían de los perniciosos efectos de las elecciones del 2019. Pero obcecados en criterios más próximos a la fe y al dogma que a la razón, prefirieron alcanzar el paraíso en solitario, convencidos de que su mensaje iba a ser respaldado por un apoyo muy relevante de la ciudadanía de Cantabria. Fe, dogma y musculatura. Criterios muy alejados de cualquier intento de renovar los postulados a la izquierda del PSOE. Los datos vuelven a dejar en evidencia el analfabetismo aritmético de estas formaciones. Volvemos  a sumar: 13.140 votos para Podemos-IU, más 5.740 votos de Cantabristas, más 1.505 votos de VerdesEquo hubieran sumado 20.385 votos en total, lo que hubiera significado un 6,34 % sobre el total de votos válidos, y la obtención de dos escaños en el próximo Parlamento de Cantabria. Se da la circunstancia de que esos dos escaños los hubiera perdido el Partido Popular, y por tanto no alcanzaría el Gobierno de Cantabria a resultas de que no obtendría la mayoría absoluta, ni siquiera con los votos de Vox. El resultado hubiera sido de 13 diputados del PP, 8 del PRC, 8 del PSOE, 4 de Vox, y 2 de esa unión de izquierdas que nunca se dio.

No sé las veces que habré oído a Cantabristas, Podemos-IU y VerdesEquo quejarse de lo perniciosas que serían las políticas públicas de la derecha y de la extrema derecha, y de la necesidad de poner freno a las amenazas que para la calidad de la educación, los servicios sociales, la sanidad, y el medio ambiente supondría un Gobierno en Cantabria del PP con el apoyo de Vox. Estaremos de acuerdo que para poder influir y propiciar en las políticas públicas hay que ser relevantes en el Parlamento, allí dónde se legisla y se controla al Gobierno. Cuando se me ha preguntado en campaña (como candidato de VerdesEquo) cuál era la razón por la que íbamos separados a estas elecciones, francamente, no tenía una respuesta convincente. Seguro que cada cual tiene su propia justificación, pero sea cual sea, no parece de recibo que este triste panorama se haya producido en dos elecciones seguidas. Lo que sí sé es que los resultados electorales han sido un fiasco monumental, y los tres partidos, pudiendo haber sido muy relevantes para poner en marcha toda esa ilusión invertida en campaña están condenados en esta legislatura a la irrelevancia, y todo por no aprender a sumar.

Juantxu Bazán

Calendario 2022, el año de la rehabilitación del Cargadero

Este ha de ser el año en el que comience la obra de rehabilitación del Cargadero de Dícido, Bien de Interés Cultural en riesgo de desaparición.

El presupuesto para la rehabilitación es de aproximadamente 1,5 millones de euros, de los que el Ministerio de Fomento aportará el 75% (con cargo al 1,5% Cultural), y el 25 % restante será aportado por el Ayuntamiento de Castro Urdiales. El Gobierno de Cantabria ha financiado la redacción del proyecto (53.530 €). A pesar de que la obra se encuentra en Dominio Público de Costas, esta entidad (Costas) no ha aportado cantidad alguna.

La obra contempla además de la rehabilitación del Cargadero (que será accesible para visitantes en condiciones de seguridad acotando el espacio de circulación), el acondicionamiento del acceso para peatones, actualmente afectado por varios derrumbes de los acantilados próximos y que han obstruido uno de los túneles de acceso (además del acceso al plano inclinado que comunicaba con la zona superior al deposito de mineral contiguo al Cargadero. Sin embargo, esta obra rehabilitadora no contempla la restauración de los vestigios mineros del entorno, abandonados y muy deteriorados por el paso del tiempo y el inexistente mantenimiento.

La rehabilitación del Cargadero es un paso fundamental para recuperar el paisaje cultural del entorno minero de Dícido, pero aún falta restaurar los vestigios mineros del entorno del cargadero, algo que aún no tiene visibilizado (no se ha encargado el proyecto de restauración) ninguna de las administraciones que deben velar por la protección del patrimonio cultural. También hay que llamar la atención que el conjunto del paisaje cultural minero de la zona oriental de Castro Urdiales (sobre todo el entorno de las minas de Dícido y Setares) carece de la protección adecuada, a pesar de que su paisaje cultural es digno de calificarse como BIC.

Fotos del día 2 de enero:

Parte superior del depósito de mineral del cargadero de Dícido
Desde el borde superior del muro del depósito de mineral del caragadero de Dícido
Acopios sostenidos por las mallas entre el final del túnel de acceso y entrada al depóstio y parte posterior y acceso al cargadero.
Acceso al segundo túnel
Derumbes que obstruyen el primero de los túneles de acceso al cargadero
Boca sureste del primer túnel
Obstrucción por derrumbe de la boca norte del primer túnel
Derrumbe que obstruye la boca de entrada al plano inclinado por el que se accede a la parte superior del depósito de mineral
Desde el interior del túnel del plano incluinado observamos al fondo la boca obstruida.

Juantxu Bazán

Calendario 2021

Calendario 2021, con las fiestas locales de Castro Urdiales.

El año de la esperanza de ver el inicio de la rehabilitación del Cargadero de Dícido, tras la concesión de la subvención del MITMA (1,5 % Cultural) por un importe de 1.121.992,5 €, el 75% del coste total de la obra de rehabilitación. El 25% restante, 373.997,5 €, será aportado por el Ayuntamiento de Castro Urdiales con la colaboración del Gobierno de Cantabria.

Juantxu Bazán, 4 de enero 2021

El faro de Ajo será el faro de Okuda

Me he posicionado en varias ocasiones sobre lo que considero una simulación del arte más cerca de la superchería estética «bonitista», es decir, de exaltación de arte en la medida que espectáculo, objeto de consumo de uso y abuso inmediato, imagen para el selfi, y nada ingenua toda vez que es pórtico de futuros negocios inmobiliarios en la costa de Ajo.

En esta ocasión el artista urbano de fama internacional y de origen santanderino, Okuda, ofrece una exuberante intervención sobre las paredes blancas del faro, con su particular exceso de color, en el que desaparece la estética original del faro caracterizada por su blanco sobre el paisaje del acantilado del cabo de Ajo para revestir su pared circular con una mezcolanza de objetos de color que recuerdan a un Pokémon mareado en los pasillos de un bazar chino. Okuda no diseña para el faro de Ajo, se queda el faro para sí, y lo convierte en un mural para incrustar su propia marca; es como si envolviera el faro en papel de regalo para forrar un gigantesco «souvenir» que no guarda nada dentro. Tras el envoltorio no hay ningún misterio.

Todo lo que se ha dicho, y todo lo que se ha contestado desde entidades y asociaciones del ámbito del arte, de la arquitectura, la ingeniería y la protección del patrimonio cultural no ha servido para que la Administración (Ayuntamiento de Bareyo, Gobierno de Cantabria y Puertos de Cantabria) dieran marcha atrás, por lo que esta intervención se convierte además en una acto de soberbia política sin precedentes.

Enlazo con uno de los muchos trabajos que se han realizado en contestación a esta barbarie, desde la asociación Tajamar:

FARO BLANCO CABO DE AJO

El Contrato de Reparto de Empleo, o cómo entender que 1 es igual a 2 (siempre y cuando 0,5 + 0,5 sea mayor que 1)

Demostrar la necesidad de repartir el empleo se presenta como un empeño muy complicado, a la sombra de discursos muy enérgicos como el Ingreso Mínimo Vital (tan fácil de entender como la pobreza misma), o la Renta Básica Universal e Incondicionada (quizás se entienda pero no resulte demasiado convincente), o el Trabajo Garantizado (una fórmula tan clásica como el admirado Keynes y que, sin embargo, es posible que no traiga otra cosa que la precariedad garantizada: contratos temporales incentivados con cargo a los presupuestos generales del Estado). Al Reparto de Empleo no se le ve en el horizonte salvo para plantear reducciones de jornada, ya sean estas de seis horas al día, o de cuatro días a la semana, apoyadas en la experiencia francesa de 1998 que como es sabido ha tenido demasiados vaivenes que han terminado por abortar las esperanzas puestas entonces.

Antes de seguir, ya adelanto que quiero reivindicar el Reparto de Empleo, pero para ello es menester hacer algunas aclaraciones. La primera: reducir jornada no es lo mismo que repartir empleo, si bien para repartir empleo sea necesario reducir jornada. En el Reparto de Empleo hay un nexo de voluntariedad que no tiene que ver con medidas macroeconómicas de reducción de jornada (caso de Francia), puesto que son l@s trabajador@s quienes deciden repartir, y con ello reducir jornada, por lo tanto, son l@s trabajador@s quienes controlan su tiempo de trabajo. La segunda cuestión es que la Administración interviene, y lo hace para incentivar a l@s trabajador@s que reparten para que lo hagan sin reducción de ingresos (salario más pensión) siempre que con ello se contrate a una persona desempleada. Y la tercera consideración es que l@s empresari@s tienen que participar en el proceso, y lo van a hacer sobre la base de que van a ver que el Reparto de Trabajo es útil y rentable para sus empresas.

No hay que irse a Nueva Zelanda o Suecia para entender el Reparto de Empleo. La clave la tenemos bien cerca, en el Estatuto de Trabajadores que regula el Contrato de Relevo, aquel por el que a partir de determinada edad (62 años y 8 meses) y 33 años de cotización a la Seguridad Social, l@s trabajador@s pueden acceder a la jubilación parcial (por ejemplo: seguir trabajando al 50% de jornada y jubilación parcial del 50%, conservando las bases de cotización al 100%). La condición para reducir jornada es repartir y crear empleo, es decir, que se contrate a una persona desempleada (o con contrato temporal en la misma empresa) para suplir la jornada que queda vacante. Podría decirse que el Contrato de Relevo es un recurso para el reparto de empleo toda vez que un trabajo deviene en dos, 1 es igual a dos, o si se prefiere uno se divide en dos, pero para ello se tiene que dar una fórmula tan obvia que un niño de primaria podría entenderlo:

1 = 2;  si bien para ello 2 hay que multiplicarlo por 0,5 de tal manera que 1 = 2 x 0,5.

La cuestión es que en el actual modelo de empleo el derecho al Contrato de Relevo solo pueden acceder muy pocas personas, aquellas que empezaron a trabajar jóvenes y de forma continuada, una especie en extinción. De hecho el número de Contratos de Relevo realizados en España en el año 2019 fueron 8.193, menos de 4 por cada mil contratos hechos ese mismo año; una nimiedad que nos explica que teniendo un buen contrato sus efectos prácticos son inapreciables porque las exigencias para acceder son insalvables.

Por eso hay que hacer emerger el Contrato de Relevo, y rehabilitarlo para que sea un verdadero Contrato de Reparto de Empleo, y eso hay que hacerlo justamente ahora que la precariedad es norma, el paro acucia, y el futuro del empleo es tan incierto como el futuro mismo. Con el nuevo Contrato de Reparto de Empleo, las personas a partir de una determinada edad, pongamos 55 años, y con 12 años de cotización, podrían acceder a trabajar menos y jubilarse parcialmente, siempre y cuando se contrate a una persona en paro. Cabrían muchas fórmulas en función de las necesidades personales y familiares de los trabajadores, y de las necesidades organizativas de las empresas, pero la situación normal sería la de un trabajador o trabajadora que reduce la jornada al 50%, pasando a ser jubilad@ parcial también al 50%, y la empresa contrata durante el 50% de jornada a una persona parada de forma indefinida.  Se me objetará que eso es muy costoso para la Seguridad Social, y no lo niego, pero también estoy convencido de que tales costes están ampliamente compensados por los beneficios sociales y económicos, entre ellos el retorno económico por cotizaciones a la Seguridad Social, IRPF, y también por el ahorro en Prestaciones por Desempleo o Renta de Ingresos Mínimos de las personas desempleadas que fueran contratadas. En cualquier caso, la financiación del Programa se Reparto de Empleo se haría con cargo a las Políticas Activas de Empleo a las que el Estado dedica anualmente unos 6.000 millones de euros, de los que aproximadamente la mitad se dedican a financiar a la Administración Local o a las empresas para la contratación temporal de desempleados.

A la vista de este planteamiento no parece que los trabajadores vayan  a oponer objeciones, siempre que se les garantice el mantenimiento de la base de cotización para mantener la cuantía de su futura jubilación. Tampoco la Administración debiera desdeñar una modalidad de contrato para crear empleo indefinido con un retorno social y económico que la hacen viable y eficiente. ¿Y las empresas? ¿Por qué los empresarios deben poner la firma en un Contrato de Reparto de Empleo?

Porque 0,5 + 0,5  >  1  (o lo que es lo mismo, dos personas en cuatro horas trabajan más y mejor que una sola en 8 horas).

Con el Reparto de Empleo las empresas no sufrirían costes salariales añadidos, o serían inapreciables, y ganarían en productividad, su gran preocupación. Ganarían en productividad porque dos personas al 50% de jornada, más satisfechas con su horario laboral, rinden más que una sola al 100 % de jornada, y además se produciría menos absentismo y ausentismo. La experiencia del trabajador que reparte unida a la experiencia del trabajador relevista mejora las posibilidades técnicas y organizativas de los negocios, y facilita el intercambio de formación respirando un clima laboral más saludable.

Caminando hacia la igualdad: del Reparto de Empleo al Reparto de Trabajo y al Reparto de Riqueza

Con frecuencia, cuando hablo del Reparto del Empleo se me objeta que sí, que muy bien, pero que lo que hay que abordar primero es el Reparto de la Riqueza. Y no falta razón, puesto que es difícil convivir en sociedad cuando los más ricos disponen de tanto; es insultante. Mientras crece el paro y la precariedad crece también el número de los más multimillonarios ¿cómo es posible? Pues porque los mecanismos de distribución de renta y riqueza no funcionan; aquello que en la Constitución Española se enfatiza como “la función social de la propiedad” falla estrepitosamente, y el principio de proporcionalidad fiscal (que paguen más los que más tienen) es una entelequia; por no hablar del inexistente control sobre el límite de las exorbitantes e inmorales grandes fortunas ¿Es posible sostener una sociedad en la que sigue creciendo la riqueza de muy pocos cuando aumenta cada vez más la desigualdad y la pobreza?

Pero el hecho de que tengamos en el horizonte el reto de la igualdad no obsta a que se vaya enseñando el camino del Reparto, del Reparto del Empleo y del Reparto de Trabajo, porque ello ayudará a crear una cultura favorable, de cooperación, y de acceso a la justicia y equidad, que allana el camino para abordar el Reparto de la Riqueza.

Una aclaración. El Reparto de Empleo no equivale al Reparto de Trabajo, en el que incorporamos todos los trabajos, los productivos y también los reproductivos (los no remunerados), que cargan de forma muy desigual sobre las mujeres quienes afrontan mayoritariamente el trabajo doméstico o el trabajo de cuidados familiares. En este contexto, el Reparto de Empleo se ofrece como una oportunidad para caminar hacia la igualdad de género equilibrando el valor del trabajo productivo, el empleo, con el trabajo reproductivo, permitiendo una mayor incorporación de las mujeres en desempleo al trabajo, y la de los hombres a la economía de los cuidados al disponer de un mayor control de su tiempo.

Cuestiones complicadas que no se pueden simplificar en fórmulas matemáticas, sin duda, y que deben estar en el debate sobre las puertas que deben abrirse tras la sociedad post Covid, que permitan la transición a un modelo productivo ecológicamente más justo, más igual,  para poder enfrentarnos a los retos de la emergencia social, sanitaria y climática, en el que las personas sean lo primero, algo que pronunciamos hasta la saciedad, pero que puede quedar en un vacío enunciado retórico si no se llena con propuestas concretas que lo hagan posible. Por eso, para dar pasos eficientes en medio de la compleja y pesada incertidumbre, creo que deberíamos empezar por aquellas medidas como el Contrato de Reparto del Empleo que se explica con una sencilla ecuación que ayuda a entender que 1 es igual a 2 siempre que 0,5 más 0,5 sea mayor que 1. ¿Lo entenderemos?

Juantxu Bazán

Enlace con la propuesta de Contrato de Reparto de Empleo elaborada por EQUO Cantabria:PROPUESTA DE CONTRATO DE REPARTO DE EMPLEO