Todos los días observo esta imagen de paseante, desde tierra. Embarcaciones amarradas a su respectiva boya, y decenas de boyas de color rojo intenso fondeadas en el puerto, un relativo caos ordenado en el fondo por una red de muertos de hormigón y cadenas. En mi fantasía visual construyo decenas de globos que se elevan sobre el cielo. Elijo el punto de vista en el que el observador es salpicado por múltiples lunares en el mar. Pienso que ese rojo hubiera tenido mayor visibilidad frente a las mares turquesas y cielos grises de invierno, pero finalmente me inclino por una imagen en la que una gaviota se presenta en escena, y ella también observa como una boya se eleva, incierta, liberada de su amarre sempiterno, volando por esos cielos.
Juantxu Bazán, a 26 de febrero 2023
Juantxu Bazán 