
Este ha de ser el año en el que comience la obra de rehabilitación del Cargadero de Dícido, Bien de Interés Cultural en riesgo de desaparición.
El presupuesto para la rehabilitación es de aproximadamente 1,5 millones de euros, de los que el Ministerio de Fomento aportará el 75% (con cargo al 1,5% Cultural), y el 25 % restante será aportado por el Ayuntamiento de Castro Urdiales. El Gobierno de Cantabria ha financiado la redacción del proyecto (53.530 €). A pesar de que la obra se encuentra en Dominio Público de Costas, esta entidad (Costas) no ha aportado cantidad alguna.
La obra contempla además de la rehabilitación del Cargadero (que será accesible para visitantes en condiciones de seguridad acotando el espacio de circulación), el acondicionamiento del acceso para peatones, actualmente afectado por varios derrumbes de los acantilados próximos y que han obstruido uno de los túneles de acceso (además del acceso al plano inclinado que comunicaba con la zona superior al deposito de mineral contiguo al Cargadero. Sin embargo, esta obra rehabilitadora no contempla la restauración de los vestigios mineros del entorno, abandonados y muy deteriorados por el paso del tiempo y el inexistente mantenimiento.
La rehabilitación del Cargadero es un paso fundamental para recuperar el paisaje cultural del entorno minero de Dícido, pero aún falta restaurar los vestigios mineros del entorno del cargadero, algo que aún no tiene visibilizado (no se ha encargado el proyecto de restauración) ninguna de las administraciones que deben velar por la protección del patrimonio cultural. También hay que llamar la atención que el conjunto del paisaje cultural minero de la zona oriental de Castro Urdiales (sobre todo el entorno de las minas de Dícido y Setares) carece de la protección adecuada, a pesar de que su paisaje cultural es digno de calificarse como BIC.
Fotos del día 2 de enero:






















Juantxu Bazán