
La iglesia de San Juan, en Salarzón, es una iglesia rural muy singular, una rareza del neoclásico tardío en un entorno rural que llama mi atención por el equilibrio de sus formas, su cúpula octogonal, los tonos de su sillería y de su mampostería, en la que se combinan tonos que van del siena tostada a morados claros, lavandas… no fáciles de conjugar, con el azul del cielo y los verdes de la vegetación.
La iglesia está rodeada de un muro de mampostería caliza sobre el que destaca el hueco en arco de medio punto rematada con elementos clasicistas. Frente a la iglesia crecen un laurel y un moral que en la pintura se insinúan, muy oscuros, en la parte inferior derecha.
Está pintada el 12 de junio de 2020 con la entrega a un edificio que disfruto al mirar, aunque pienso que la acuarela tiene algo de exceso de pintura.
Juantxu Bazán, 17 de junio 2020