El pasado 15 de noviembre estuvimos en La Vorágine participando en el ciclo sobre MILITANCIAS, y a mí me toco hablar sobre “Castro Novo, militancia por una urbanismo sostenible”. A lo largo de la entrevista coloquio quise trasladar la importancia de un hito como la Consulta Popular de Castro Novo, un hecho histórico que tuvo una enorme relevancia y que yo ensalcé como una experiencia democrática singular y única en España, “un monumento a la democracia y a la participación ciudadana digno de ser estudiado”, dije. Hoy, 16 de diciembre de 2017, treinta y ocho años después, pongo algunas notas, reflexiones, y transcribo una parte del material guardado desde entonces, un avance de una historia que merece ser contada.

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Lo que queda hoy en la memoria de la gente de Castro Urdiales sobre Castro Novo y la consulta popular de 1.979.

Hace poco en una reunión con mis alumnos y alumnas de la Escuela Taller, les pregunté ¿sabéis lo que es Castro Novo?

No tenían ni idea: de los 22 jóvenes, entre 18 y 29 años presentes, tan solo una chica de 29 años, Naiara, se acordaba de que había oído hablar a sus padres pero realmente no sabía a qué se referían. Inquieto por el resultado de mi sondeo, me puse a calcular la gente de Castro Urdiales que hoy, treinta y ocho años después de la Consulta Popular, conoce y sabe de Castro Novo.

De las personas que tenían edad de votar en 1979, ahora quedan vivas las dos terceras partes aproximadamente. La realidad sociológica de Castro Urdiales ha cambiado mucho, han sido muchas las personas residentes que llegaron a Castro Urdiales a partir de mediados de los años noventa que no han conocido la historia de la ciudad que habitan, y que apenas han oído hablar de Castro Novo. Si sondeáramos a los que tienen menos de cincuenta años, pocos, muy pocos conocen de qué trataba aquella historia. Según mis propias estimaciones (elaboradas a través de las tasas de mortalidad y el crecimiento poblacional habido en Castro Urdiales en las últimas décadas) tan solo el 17 % de la población con derecho a voto hoy de Castro Urdiales, es la que pudo votar en 1.979 en la Consulta Popular de Castro Novo.

Castro Novo apenas ha quedado relegado a ser una fecha en el calendario que, si algún medio de comunicación lo tiene anotado, es posible se produzca alguna tertulia, como en la que participé, en Castro Punto Radio, justamente el año pasado, el 16 de diciembre. En ella la periodista plantea una pregunta que incorpora una sensación de fatalidad, de frustración: “¿Acaso no era mejor aquel proyecto que lo que tenemos ahora en Cotolino?”. Es mejor responderse a esta pregunta cuando sepamos en qué consistía este proyecto.

Cuando se cumplió el treinta aniversario, la asociación ciudadana OTRO CASTRO ES POSIBLE reivindicó el espíritu de la consulta popular, para recordarle al Ayuntamiento que tenía la obligación de organizar una consulta popular sobre el Puerto Deportivo.

Solo quiero avanzar que durante unos diez años, la consulta popular fue celebrada en cada aniversario, cada 16 de diciembre, y así sucedió mientras duró la actividad de ICU (Izquierda Castreña Unida)  y de Proel, periódico popular de Castro Urdiales (que se edita entre 1978 y 1987). Con la desaparición de ICU y de Proel la fiesta-aniversario ya no se celebra y Castro Novo se sumerge en el olvido.

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Pegatina de la fiesta del segundo aniversario de la Consulta Popular.

Vayamos pues al rescate,  voy a hacer memoria.

Hablemos de Castro Novo…

Castro Novo se presenta a la opinión pública en febrero de 1.977, aunque su origen, la idea de Castro Novo antes de tener siquiera pensado su nombre ni perfilarse como proyecto, es la de un negocio urbanístico que se opera hacia 1.973, con la compra de terrenos rústicos en la zona que se extiende desde Cotolino hasta Mioño, hacia el este del casco urbano, entre las playas de Brazomar y Dícido. Toda esta zona en el momento de idearse el proyecto es suelo rústico. Se produce una compra masiva de terrenos por las personas que iban a fundar Castromar, tanto en esta zona como en Urdiales, es decir, las que iban a ser las zonas de expansión del Plan General cuyo modificado se había encargado al estudio de ingeniería FOESTRA, Plan General que se justifica por los flujos de población del Gran Bilbao hacia Castro, y en el que está presente la construcción de la Autopista Bilbao Castro.

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Noticia de la Ilustración de Castro en la portada de 13 de noviembre de 1977.

Castro Urdiales, descongestión del Gran Bilbao, escenario de especulación urbanística.

La primera vez que sabemos de Castro Novo es en julio de 1.976, a través de una entrevista en Tele Norte, el programa regional de Televisión Española que se emitía para el País Vasco y que podía verse en Castro Urdiales. Entonces el proyecto se denominaba Castro Berri, y su autor era Ricardo Bofill que había sido contratado por Castro Mar para diseñar “Castro Berri, una ciudad residencial para la descongestión del Gran Bilbao”, según las propias palabras del arquitecto catalán,  quien también dijo que “el proyecto debe ser resultado del diálogo con todas las fuerzas sociales de Castro”.

En enero de 1977 la Ilustración de Castro publica una “Entrevista con el famoso Bofill” (tal como dice su titular) para dar a conocer la marcha de los trabajos del Plan de Urbanización. Me parece muy significativo destacar lo que dice su preámbulo:

“Cinco años ya que los planes se empezaron a perfilar con la compra masiva de terrenos y con los planes hechos por el ingeniero santanderino señor Obregón (FOESTRA), para la ordenación de la zona en la que se incluía la desviación del río Brazomar, con un presupuesto de unos sesenta millones de pesetas.”

No se sonroja el periodista en narrar algo que era perfectamente sabido: “los planes se empezaron a perfilar con la compra masiva de terrenos”, compra masiva al auspicio del desarrollo urbano que se estaba perfilando en la zona que luego sería Castro Novo.

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Portada de la Ilustración de Castro, el 19 de enero de 1.977.

En el mismo artículo dice Bofill que “el proyecto se fundamenta no en la teoría de una ciudad dormitorio, sino en el de una ciudad residencial, de acuerdo con las necesidades de descongestión del Gran Bilbao; esto es, no como una ciudad de verano, sino como una zona residencial de Bilbao, donde vivan personas de varios niveles”. La descongestión del Gran Bilbao, y el previsible flujo de población hacia Castro Urdiales ya se había anticipado por el Plan General de Foestra:

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Plano de “Demografía y Población del Plan General de Ordenación de Foestra (Octubre de 1975), en el que se dibujan los posibles flujos de población desde el Gran Bilbao hacia Castro con el consiguiente aumento de población.

Así pues, antes de conocerse el proyecto de Castro Novo, se van desarrollando todos los elementos que lo van a hacer posible y en las que colaboran de forma eficiente la Administración Pública con la promoción privada: Una operación de compraventa de terrenos en suelo rústico; la reclasificación de los mismos a través del Plan General, la infraestructura que modificará el mercado inmobiliario, es decir, la autopista Castro Bilbao (proyecto que ya está dibujado en los planos de Foestra). El último elemento consistirá en enmarcar Castro Novo con el prestigio de Bofill, al que la empresa Castromar que, finalmente se hará dueña de la mayor parte de los terrenos del Polígono nº 1, encarga el Proyecto de Urbanización.

La revista Proel (Periódico Popular de Castro Urdiales) en un informe de Jaime G. B. publicado en la segunda quincena de octubre de 1.979 detalla el origen y las personas implicadas en la operación: “Castromar S. A. se inscribe en el Registro Mercantil de Pamplona el 5 de julio de 1973. Al acto acuden Mikel Unzueta (senador del PNV por Vizcaya, y hombre ligado a Bankunión), Ignacio Javier Gomara (persona ligada al sector de la promoción y construcción de Navarra, y uno de los fundadores de Unión del Pueblo Navarro), y Enrique Arriola Tristán (ligado al sector inmobiliario y a la Cadena de Cines Astoria, de Bilbao). La aportación al capital social es de 1.000.000 de pesetas cada uno. Y el objeto de la sociedad es la compraventa, urbanización y parcelación de terrenos”. A partir de entonces se producirán sucesivas ampliaciones de capital hasta alcanzar los 200 millones en el 77, y en la que se vislumbra como hombres fuertes Julian Vinuesa (dueño de la cadena Astoria de Bilbao), y Abdon Merladet (empresario vinculado a la oligarquía vasca). Sigue el reportaje de Proel diciendo:

“Gran parte de estos terrenos fueron comprados como rurales a un precio medio de 200 ptas. el m2. Todo el negocio de acumulación de terrenos, por compra de parcelas a sus pequeños propietarios comienza en el año 1973 (el mismo año en el que se constituye Castromar S. A.), y es en 1975 cuando el Ayuntamiento aprueba la ampliación del Plan General de Ordenación Urbana de Castro, convirtiendo esos terrenos que fueron comprados como rurales, con escaso valor, en urbanos residenciales altamente rentables”.

En la operación aparecen como intermediarios varios notables locales vinculados políticamente al alcalde Manuel Gutiérrez Elorza “Lolín”, y una red de empresas que participan junto a Castromar en el negocio inmobiliario. Más tarde la propia revista Proel publicaría las implicaciones y participación directa del alcalde de Castro Urdiales en los negocios inmobiliarios con la constitución de Norteña de Inversión S. A. dueña de 10.000 m2 de suelo en los sectores I y III de Castro Novo. Luego lo veremos cuando hablemos de la campaña de la Consulta Popular.

 

Castro Novo: “El mejor complejo residencial de Europa”.

El 17 de febrero de 1977 el proyecto de Castro Novo (ya con su denominación oficial) fue presentado en el Ayuntamiento de Castro Urdiales ante una amplia representación de personalidades: el gobernador civil, varios delegados de la Diputación Provincial de Santander, la corporación y el alcalde, representantes de la empresa promotora Castromar, medios de comunicación. La expectación fue realmente grande, fuera de lo normal, y actuó de maestro de ceremonias el arquitecto Ricardo Bofill.

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Presentación del Proyecto de Urbanización Castro Novo en el Ayuntamiento de Castro Urdiales, el 17 de febrero de 1979.

La crónica de La Ilustración de Castro señala que “Castro Novo será una ciudad muy grata para vivir”. En las características que resumen la actuación se señalan las siguientes:

  • UNA CIUDAD PERFECTAMENTE DEFINIDA, “con personalidad propia y continuación del Castro actual”. “El mejor complejo residencial de Europa”.
  • Una ciudad ideada por el hombre para el hombre, entre las playas de Brazomar y de Mioño. 965.000 m2. 15.000 millones de ptas. de inversión. Entre 4.000 y 5.000 viviendas. Entre 20.000 y 25.000 personas.
  • Edificios entre 4 y 7 alturas. Plazas, jardines, zonas públicas, paseos, 3 centros comerciales, una iglesia, aparcamientos subterráneos, edificaciones con planta baja porticada…

(Abro un paréntesis para señalar que la idea de promocionar una ciudad nueva se abandona más adelante, tras la contestación al proyecto, para insistir en que Castro Novo no es el ensanche de Bilbao sino el ensanche de Castro Urdiales).

 

El proyecto de Castro Novo lleva la marca de Ricardo Bofill, uno de los arquitectos más prestigiosos del mundo.

Tanto promotores como la prensa (local, regional y nacional) destacan este aspecto. Ricardo Bofill es en aquella época «l’enfant terrible» de la arquitectura española y europea; con estudio en Barcelona y en París, y con proyectos muy conocidos, algunos de los cuales fueron muy aplaudidos, como la muralla roja de Calpe, el Walden 7, o Les Halles de París. El se jactaba de ser un arquitecto progresista, socialista, de izquierdas, con encargos del gobierno de Argelia, o del mismísimo Chirac. Cuando se le encarga Castro Novo, su estudio asume el proyecto más relevante que podría tener entre manos en cuanto a dimensión en nº de viviendas.

Castro Novo está planteado con técnica de ensanche y de ciudad lineal al mismo tiempo. Traspasa la ría de Brazomar y se extiende por las praderas de Cotolino y Arciseri, mediante un sistema de manzanas abiertas, hasta llegar a la playa de Dícido en Mioño. Es de una extensión de cerca de un millón de metros cuadrados, con una longitud de unos dos kilómetros, con una anchura entre 400 y 600 m., depende la zona. Es como la ampliación del casco urbano de Castro que en aquella época albergaba unos 9.000 habitantes, duplicando su superficie pero con un volumen y densidad muchísimo mayores.

El impacto es brutal, sin embargo, la maqueta y el fotomontaje presentan algo que visualmente resultaba a muchos bello y armonioso. Veamos algunas fotos sacadas del archivo municipal:

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Las campas de Arcisero en 1976, entre la playa de Castro, a la derecha, y Dícido, a la izquierda. La imagen no recoge la totalidad del territorio sobre el que se extiende el proyecto que llega hasta la playa de Dícido que no aparece en la foto. En primer término, a la izquierda, las instalaciones mineral de las Minas de Dícido con el cargadero de mineral. 
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Dibujo del conjunto del proyecto de Castro Novo. Proyecto de Urbanización de Castro Novo, 1977. Archivo municipal de Castro Urdiales.
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Fotomontaje elaborado por el estudio de Ricardo Bofill para la empresa promotora Castro Mar que sería divulgado en la propaganda de la Consulta Popular.

Más allá de consideraciones estilísticas o estéticas, Bofill defendió su proyecto, el de Castromar, con argumentos urbanísticos: “Castro Novo no es una ciudad fantasma sino coherente, ordenada y planificada”, declaraba Bofill en Castro Urdiales, el 7 de diciembre en Castro Urdiales, en medio de la campaña de la Consulta Popular. El planteamiento de inicio es la inevitabilidad del crecimiento de Castro, algo que parece coherente con las previsiones marcadas por el estudio de Foestra de 1.975. Puesto que se van a producir flujos de demanda, es inevitable que Castro crezca, se afirma. De hecho Castro Novo se justifica como una ciudad para la descongestión del Gran Bilbao. “Esto no es una ciudad nueva, esto es un ensanche de nuestro pueblo”, decía un folleto de Castromar.

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Plano general del Proyecto de Urbanización. Archivo municipal de Castro Urdiales.

Ciertamente, desde el inicio de la promoción hasta la campaña de la Consulta Popular… se producen estas contradicciones, tanto en el discurso de Castromar como en el del propio Bofill, para finalmente lanzar la idea de que Castro Novo no es la «descongestión del Gran Bilbao», sino el «ensanche de Castro Urdiales», y como tal unido a su idiosincrasia.

 

1.977, 1.978. El Movimiento Ciudadano. Una experiencia de unidad democrática contra el proyecto de Castro Novo. Empieza el debate del SI y el NO a Castro Novo. El Colegio de Arquitectos se posiciona en contra de los planes parciales de Castro Novo.

Desde antes de presentarse el proyecto la oposición al proyecto se organiza en torno a las fuerzas democráticas.

El 18 de junio de 1977, el Movimiento Ciudadano[1] presenta escrito en el Ayuntamiento contra la aprobación de los cuatro planes parciales de Cotolino Litoral, Cotolino Interior, Arcisero-La Cruz y Dícido, que habían sido aprobados inicialmente por el pleno del Ayuntamiento de 7 de mayo de 1977. En el escrito se aduce la necesidad de una mayor  información del proyecto a la altura de la trascendencia del mismo; se niega que sea un proyecto interclasista; que no responde a las necesidades del desarrollo natural  y que implica un desajuste social, cultural e ideológico; que los planes parciales responden a un desarrollo de capital especulativo que no cumplen con el fin social de la propiedad. Se rechaza que en el programa de actuación, la red de agua y saneamiento sean infraestructuras a pagar por el Ayuntamiento y se alega la desproporción entre las tasas municipales y las ganancias de la promoción; también se alega la falta de garantías en las Juntas de Compensación. Las alegaciones son desestimadas en su totalidad por considerarse de carácter político y socioeconómico, afirmándose por el secretario municipal la suficiencia de información.

Mejor fundamento esgrime, desde mi punto de vista, el Colegio de Arquitectos de Madrid (delegación de Santander). El colegio profesional, presente en la Comisión Provincial de Arquitectura y Urbanismo[2], votó en contra de los Planes Parciales de Castro Novo con argumentos urbanísticos apoyados en la Ley del Suelo:

  • La ampliación del polígono nº 1 sobrepasa las previsiones del PGOU y crea un desajuste en cuanto a zonas verdes y espacios libres. Las zonas verdes que se incluyen en la urbanización no cumplen con su función, y no deben considerar como tales los acantilados marinos.
  • No se delimita la costa en tres de los sectores con la línea marítimo-terrestre.
  • La cesión de zonas verdes no cumplen con la cesión del 10% incumpliendo con ello la Ley del Suelo.
  • Se grafía la playa de Mioño como “parque y jardín público”.
  • No se observan las previsiones mínimas de aparcamientos. No se fijan las alineaciones de los edificios en plano, ni la densidad de viviendas por hectárea.

Termina su escrito el Colegio de Arquitectos con un argumento de política urbana que a mí me parece muy importante y de plena actualidad, y que desbarata la pretensión de organizar el municipio de Castro Urdiales según la expectativa de Bilbao: “En ningún caso puede justificar la conveniencia o utilidad de los planes parciales que venimos analizando la existencia de problemas demográficos en regiones adyacentes, ni mucho menos para evitar la influencia negativo de zonas residenciales tradicionales o la degradación y progresiva masificación del hábitat de la margen izquierda de la ría bilbaína”.

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Nota del Colegio de Arquitectos publicada por la revista Triunfo, el 24 de diciembre de 1.977, en contestación a un artículo publicado por la misma revista en octubre del mismo año.

El Movimiento Ciudadano cuestionó desde el inicio la legitimidad democrática de la corporación que aprobó Castro Novo y alude a que “las decisiones de tanta trascendencia deben ser tomadas como ésta deben ser tomadas por el pueblo debidamente informado[3]. También se cuestiona el modelo de gigantismo turístico implícito en el proyecto de Castro Novo: “Sabemos”, dice en su comunicado, “que Castro Urdiales tiene unos recursos que debe aprovechar mediante el turismo pero no se deben desligar de su futuro el problema de la vivienda, el de los puestos de trabajo, el de las zonas verdes y todo esto debe contemplarse de forma racional y planificada”. En relación con este aspecto se rechaza el modelo de creación de puestos de trabajo, argumento que iba a pesar en el discurso de apoyo al proyecto habida cuenta del peso del Sector de la Construcción entre la población parada. Se rechaza el modelo estacional de contratación, y frente a la construcción de la macro ciudad residencial se propone un plan equilibrado en el que se potencie la construcción de viviendas sociales, así como el desarrollo de un polígono industrial, un desarrollo equilibrado de todos los sectores productivos con puestos de trabajo seguros y no coyunturales. Otro de los argumentos que van formar parte de la oposición es la relativa a la “identidad castreña”, y a la supuesta lucha de intereses en la que una comunidad extraña invadiría de forma agresiva a la vida de Castro, Castro Novo como algo ajeno a la vida local: “no es algo que esté pensado para satisfacer los intereses de la población de Castro sino a intereses especulativos que significa la servidumbre del Castro de siempre hacia algo tan ajeno a nuestra forma de ser como es Castro Novo».

Así pues, la oposición al proyecto se posiciona desde su inicio en la dirección de que se consulte a la población. Esta posición viene reforzada por el hecho de que en las elecciones generales del 15 de junio, las primeras de la democracia, los partidos de izquierda y centro-izquierda contrarios a Castro Novo ganan las elecciones en Castro Urdiales.

El verano de 1977 es ya de debate entre las diferentes posiciones sobre Castro Novo, anticipación de la consulta popular. El debate, imposible en una corporación no democrática, pasa a la calle. Y también al único medio de comunicación local, el semanario la Ilustración de Castro, editado por la familia Sertucha desde finales del siglo XIX.

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Conservo un panfleto editado en la ciclostil a manivela que había en la Casa de los Curas, de escasa calidad, pero en consonancia con los medios de propaganda que se disponían en 1.977. El titular, que apenas se distingue por la mala calidad de la edición dice: “A todos los castreños, ¡No a Castro Novo!, únete al Movimiento Ciudadano!». Al texto se le acompaña las imágenes de la silueta de la zona monumental de Santa María y de la bandera de Castro. Obviamente en tinta negra. Llamo la atención sobre esta cuestión porque en la imaginería de la oposición a Castro Novo quedará patente la simbología local, los elementos de la identidad local.

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En este panfleto se resume, de forma excesivamente simplificada (no deja de ser un panfleto propagandístico) los argumentos del “No a Castro Novo”:

  • Castro Novo es ajeno a los intereses de Castro Urdiales.
  • Freno a la industrialización.
  • Aumento del coste de la vida.
  • Pérdida de la identidad castreña. Perdida de las costumbres y la manera de ser castreña.
  • Castro Novo, Neguri Dos. Castro, primero para los castreños.
  • No a la especulación.

Subrayo el último de los argumentos: “No a Castro Novo, porque queremos decidir el futuro de Castro mediante la participación de todos a través de un ayuntamiento democrático castreño”. A mediados de 1.977 estaba muy definida la oposición al proyecto, pero nadie pensaba entonces en la consulta popular a la ciudadanía, y no se pensaba en ella, porque en realidad las fuerzas democráticas pensaban en una aplazamiento hasta la futura constitución de los ayuntamientos democráticos.

La campaña se completa con pegatinas, y carteles:

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Para entender el contenido del mensaje describiré la imaginería que se puso en la propaganda contra Castro Novo:

– Las pegatinas utilizaban la imagen de la zona monumental, y la ballena como símbolo del escudo de Castro. Con una frase: “NO Castro Novo”.

– Uno de los carteles mostraba como imagen central, en color sepia, el escudo de Castro con la frase de su lema “Castro Soy y Castro he sido… pero nunca Castro Novo”.

– El otro encabezaba una pregunta, Castro Novo ¿Por qué? ¿Para quién? Con una imagen de la zona monumental de Castro (la iglesia, el castillo…) recortada por la silueta de hombres, mujeres y niños, y sobre la que se lee: NO Especulación, No colonización; Si puestos de trabajo seguros, Si viviendas Sociales… y debajo un texto que dice: SOMOS LOS CASTREÑOS QUIENES TENEMOS QUE DECIDIR NUESTRO FUTURO. Es una apelación que se hace desde el primer momento por las fuerzas democráticas que se oponen a Castro Novo, la de que una decisión tan importante como la de Castro Novo hay que consultarla con el pueblo.

La revista TRIUNFO se interesa por Castro Novo y publica en octubre de 1977 un reportaje del periodista Pedro Vega, «Castro Novo, el suelo prometido»:

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1.978. Proel, periódico popular de Castro Urdiales.

El 1 de enero de 1.978 sale al público el primer número de la revista PROEL, periódico popular de Castro Urdiales, al precio de 30 pesetas, 16 páginas. En portada el cartel de oposición a Castro Novo:

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Proel es resultado de la reunión de las fuerzas democráticas, y en el alma de Proel subsiste la oposición a Castro Novo, a lo largo de sus diez años de vida en la que se publicaron 200 números. Proel como veremos más adelante tuvo también un papel esencial en la campaña por el NO a Castro Novo.

PROEL en su nº 3 da noticia de la primera manifestación de la democracia en Castro Urdiales, que se produjo el 29 de enero de 1.978, en la que se reclaman viviendas sociales, puestos de trabajo, y contra la carestía de la vida. La manifestación que había sido convocada por las centrales sindicales… y los partidos de izquierda, leyeron en su comunicado final en el que pedían referéndum para Castro Novo.

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La primera manifestación de la democracia en Castro Urdiales lleva entre sus consignas «Castro Novo, referendum».

 

1.979. Seguimos con Castro Novo. Primeras elecciones municipales. La división de la izquierda. ICU (Izquierda Castreña Unida). La victoria aplastante de Manuel Gutiérrez Elorza “Lolín” con la UEI (Unión Electoral Independiente).

Las elecciones municipales fueron extrañas, muy extrañas en Castro Urdiales. El ambiente de unidad previo de las izquierdas se disuelve. El primer condicionante tiene que ver con la convocatoria el 3 de abril, poco después del 1 de marzo en el que se produjeron las elecciones generales. Tras la concurrencia electoral en las que cada partido midió sus propias fuerzas, era muy difícil prever la unidad de la izquierda en Castro Urdiales.

En la editorial de Proel, de la primera quincena de enero se dice: “Lo que aquí se juega, más que el gobierno municipal durante cuatro años en un futuro inmediato se deberá decidir qué es lo que se hace con los proyectos heredados del anterior régimen. Proyectos que marcan un determinado crecimiento del pueblo y una determinada forma de vivir de los castreños. Esto es una cuestión que debe quedar clarificada en los diferentes programas, y es importantísimo que nos hagamos idea de que hay cosas que todavía no están hechas (Castro Novo, Puerto Deportivo…) y que depende de a quien votemos podemos lograr que no se hagan nunca. No entrar en estas cuestiones, no ponerlas en el debate electoral sería falsificar el propio significado de las elecciones municipales”.

La situación de partida es de crisis en el PSOE y en el PCE con militantes que no están de acuerdo con las candidaturas, sobre todo con los cabezas de lista. Felix Berastaín encabeza la lista de UCD, tras la desaparición de Izquierda Democrática. Irrumpe en la escena electoral ICU (Izquierda Castreña Unida) que agrupa a una buena parte de las personas que tuvieron un papel relevante en el Movimiento Ciudadano contra Castro Novo, con la incorporación de Joaquín Díaz Munío, y encabezando la lista Eduardo Ruiz quien fuera secretario general del PSOE en Castro Urdiales, que se separa del partido para unirse a la nueva candidatura independiente de izquierdas. ICU iba a tener un papel determinante en las luchas contra Castro Novo, y recibe asimismo el apoyo de las personas que forman parte del consejo de redacción de Proel.

En cuanto a la derecha, el candidato incuestionable va a ser Lolín, Manuel Guetierrez Elorza, es decir, el actual alcalde. Se dice que Lolín estuvo intentando encabezar la lista de UCD, algo que no fue bien visto por la dirección regional de Cantabria. Lolín tiene claro que la opción de UCD, el partido que se perfilaba como ganador en las primeras elecciones generales, podría ser la opción ganadora también en las municipales. Cerrada esa posibilidad, se conforma una candidatura independiente, la UNIÓN ELECTORAL INDEPENDIENTE que agrupa a todas las tendencias de derecha en torno al liderazgo de Lolín, y en la que se incorporan personas que no habían tenido trayectoria política hasta el momento. Unidad en torno a Lolín, división en la izquierda, caos en el PSOE.

Finalmente serán cinco las candidaturas en el contencioso electoral (ICU, PCE, PSOE, UCD, UEI) y  la previsión, luego desmentida por la realidad, es que Lolín no iba a alcanzar la mayoría, y por tanto el proyecto de Castro Novo, negado desde UCD hasta ICU, iba a ser desmontado por una nueva mayoría. Así lo explicaba la editorial de Proel de la primera quincena de marzo:

“Lolín no volverá a ser alcalde de la ciudad de Castro Urdiales (…). Es claro que si el Ayuntamiento de Castro tiene reservados 17 concejales, necesitaría un mínimo de 9 para poder acceder a la reelección, es decir, volver a ser alcalde. Es obvio, que no existe partido político capaz de extraer de las urnas papeletas suficientes para proclamar 9 concejales; es claro que Lolín no será alcalde…”.

Lo que resultó claro es que el vaticinio de Proel no se cumplió.

Manuel Gutiérrez Elorza, Lolín, primer alcalde de la democracia en Castro Urdiales.

El resultado de las elecciones fue sorprendente, absolutamente inesperado: 1, PSOE; 1, UCD; 4, ICU; y 11 concejales para la UEI, comandada por Lolín que consigue la mayoría absoluta. La victoria de Lolín, fue puesta como ejemplo de un milagro operado por el marketing político. Fue una campaña despolitizada totalmente, Muy personalizada en Lolín, con un slogan que decía “El mejor alcalde para Castro”, aceptando su pasado y presentándole con la confianza de que había sido y volvería a ser el mejor alcalde para Castro.

Con estos resultados tan exultantes para la derecha local, las posibilidades de sacar adelante la revisión del proyecto de Castro Novo o someterlo a Consulta Popular se esfuman.

Y sin embargo…

 

Algo empieza a cambiar en la política local. El protagonismo se dirige a los plenos y a la calle. La asamblea popular de ICU. Castro Novo en el centro de atención: “Castro Novo, Consulta Popular”. Se consiguió aprobar en un pleno, pero posteriormente el alcalde dio marcha atrás y se anula la consulta. Empiezan las movilizaciones.

El giro en la política local tras las primeras elecciones municipales es total. ICU asume su papel de mayoría en la oposición y va a exteriorizar su estrategia política en el que la oposición a Castro Novo se dirige a la consecución de la Consulta Popular. Los plenos se preparan concienzudamente tras la constitución del nuevo Ayuntamiento, y se convierten en el escenario principal de la acción política, con un salón de plenos lleno de personas, casi siempre seguidores de ICU, y con una decidida apuesta por la movilización popular controlada y apoyada por la asamblea popular. Una situación desconocida para Lolín, muy acostumbrado a manejar el control que, con ICU en el Ayuntamiento, empieza a dar muestras de debilidad sobre todo cada vez que el asunto de Castro Novo se debatía en el Pleno.

Llega el Pleno del 28 de junio de 1.979. En el orden del día asuntos importantes, que se alargan considerablemente con la intervención de todos los portavoces, con propuestas, enmiendas, etc. Llega el punto, tras cinco horas de pleno, en el que hay que tratar de la aprobación de las JUNTAS DE COMPENSACIÓN DE CASTRO NOVO. Esto hubiera sido un mero trámite en cualquier Ayuntamiento, pues no se trataba de aprobar ni los planes parciales, ni el proyecto de Urbanización, sino un aspecto más bien administrativo, formal. La intervención de Joaquín Díaz Munío fue magistral, señalando las causas sociales y económicas de la negativa al proyecto, de los peligros de un proyecto tan grandioso, sin atender las prioridades de la población, cuestionando la legalidad de la aprobación de las Juntas de Compensación, y que no había sido democrática la forma de aprobar Castro Novo; Joaquín termina su exposición solicitando la apertura de un amplio debate y la convocatoria de un referéndum para primeros de noviembre. El alcalde y algunos de los concejales insistían que habían ido a votar las Juntas de Compensación, y Joaquín, que no, que las Juntas de Compensación no pueden votarse porque habían sido impugnadas. Joaquín insistió en que en la propaganda electoral de UEI se había dicho que el alcalde y los concejales se comprometían a escuchar a todos los vecinos, y finalmente apeló a sus conciencias. Llega el turno de votación, y los concejales de ICU que SI a la Consulta popular, y a continuación vienen los concejales de UEI, iban votando, uno, que SI, el otro que SI, y el otro… Cuando llega al alcalde ¿Qué si a la consulta popular? Pues yo digo que NO! Todavía otro voto a favor, y Nieves Maza la lugarteniente del alcalde que NO. Y se aprueba la consulta popular. Se aprueba con 15 síes y dos noes. El alcalde con un cabreo considerable le pregunta al secretario sobre la legalidad de la votación, afirmando éste que era totalmente legal.

La editorial de Proel del siguiente número aplaudió el comportamiento democrático de los concejales de UEI. Lolín no tardó en buscar todos sus resortes a su alcance para anular tal decisión y acude al gobernador, quien en una decisión inverosímil decide suspender la consulta popular, porque dice, no es competencia del Ayuntamiento.

Y es a partir de este momento en el que se desatan las hostilidades…

 

Verano de 1.979, el verano que vivimos peligrosamente. Movilizaciones: encierros, encadenamientos, presencia de fuerzas armadas, manifestaciones, concentraciones, comidas campestres, pintadas en la calle, marcha a Santander… y la huelga de hambre.

No es menester señalar aquí todo el itinerario seguido durante los meses de agosto y septiembre de 1979. El primer acto de protesta tras la vuelta atrás de los concejales de UEI fue encerrarse en el Ayuntamiento. Ni siquiera la guardia civil pudo evitarlo. El siguiente pleno se convocó a puerta cerrada, ante lo que los concejales de ICU decidieron hacer el pleno en la plaza, esto fue un sábado, el 1 de septiembre. En la asamblea estaba discutiendo las propuestas de ICU que iban a presentarse al pleno. Hasta que llega la guardia civil a disolver y a cargar contra la gente. Al día siguiente una comida campestre, decisiones que eran propuestas por cualquiera de la asamblea y que eran inmediatamente apoyadas por los demás; tras la acampada, asamblea para decidir las acciones del día siguiente. Se hace una pintada en la campa. Se decide volver a Castro en manifestación silenciosa, empiezas la manifa con trescientas personas y termina en la plaza con cerca de mil personas. Convocatoria de la asamblea para el martes por la tarde, otra manifa para el sábado 9 de septiembre que esa ya no fue espontánea y que reunió a unas 1.500 personas, nunca antes se había reunido tanta gente en Castro en una mani. Finaliza la manifestación los cuatro concejalesde ICU se encadenan en la plaza, hasta la una de la madrugada que llegaron las FOP (Fuerzas de Orden Público) a disolver a la gente y cortar las cadenas. Al día siguiente, domingo por la mañana asamblea en San Guillén y por la tarde se hacen murales en el rompeolas.

El 16 de septiembre la asamblea popular marcha andando a Santander adonde llegan al día siguiente lunes, unas doscientas personas andando desde Castro Urdiales con intención de presentarse ante el gobierno civil, lo que fue impedido por las FOP.

Una semana después la asamblea popular se reúne para tomar una de sus decisiones más importantes. Ir a la huelga de hambre. No todo el mundo en la asamblea estaba de acuerdo con la huelga de hambre, pero al final salió adelante en un ambiente de bastante tensión. La gente lo consideraba como un sacrificio excesivo. La asamblea popular de ICU aprueba por escaso margen ir a la huelga de hambre para reivindicar la consulta popular.

 

Para entonces las movilizaciones a favor de la consulta popular de Castro Novo se siguen en la prensa local, regional y estatal…

Casi todas las semanas, las movilizaciones sobre Castro Novo ocupaban la portada del Diario Montañés, Alerta, Hoja del Lunes de Santander, de Bilbao, y las páginas interiores o portada de El Correo, Egin, Diario Vasco, y El País. También las revistas de tirada nacional como Triunfo, Sábado Gráfico, Cuadernos para el Diálogo, o La Calle hicieron reportajes sobre Castro Novo. La prensa no podía obviar que lo que estaba pasando en Castro era muy notable: las movilizaciones contra un proyecto urbanístico por algo tan inédito en España como una Consulta Popular, y además sobre un proyecto que llevaba la firma de Bofill.

 

Huelga de hambre. La primera en España por motivos urbanísticos.

Ciertamente puede decirse que sí, que es la primera huelga de hambre por una causa urbanística, pero habría que precisar que era por una causa democrática, por una consulta popular sobre un proyecto que iba a determinar la vida de una ciudad.

El Sábado 6 de octubre, tras una semana de mentalización, severa dieta de preparación al ayuno y quitarse de fumar, Joaquín Díaz Munío, Maria Asun Calera, Ramon Arias, Pedro López Vicuña, Juantxu Bazán, María Jesús Garitacelaya y Jose García Salazar entran en el salón de sesiones del Ayuntamiento, extienden una pancarta en el balcón, y anuncia la huelga de hambre. Los miembros de la asamblea popular de ICU, dos de ellos concejales, tienen entre 22 y 48 años, están convencidos de que tras un verano largo de intensas movilizaciones la huelga de hambre iba a ser el último peldaño para conseguir la consulta popular. Y así fue, el quinto día por la noche, recibimos la visita de tres concejales de UEI, con una moción de su propio grupo para aprobar la consulta popular.

El pleno fue al día siguiente, el 11 de octubre, un pleno extraordinario en el que se aprueba por unanimidad la moción de UEI aceptando la consulta popular, que se justifica por razones de convivencia. Fue una explosión de alegría inmensa… con la gente llorando abrazándose, aplaudiendo a todos. Una fiesta para la democracia.

La Consulta Popular  se iba a organizar con urnas en los colegios electorales, con campaña, con interventores y apoderados… como en unas elecciones, como en un referéndum legal, porque realmente era un referéndum, o una consulta popular perfectamente legal, que obtuvo esta vez la aprobación del gobernador provincial.

Ciertamente, UEI aprueba la consulta con la convicción de que el proyecto de Castro Novo iba a seguir adelante…

 

16 de diciembre de 1.979, Consulta Popular sobre Castro Novo.

La Consulta Popular de Castro Novo es un monumento a la democracia, debiera formar parte del PATRIMONIO DE LA CIUDADANÍA, DE LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA. Hay que tener en cuenta que estamos en un momento en el que no hay legislación, ni sobre referéndum ni sobre consultas populares. La ley sobre las diferentes modalidades de referéndum se iba a aprobar por el Estado en el año 1980… y la regulación sobre consultas populares es de la Ley de Bases de Régimen Local, de 1.985. Es decir, la Consulta Popular de Castro es pionera en España, y me atrevo a decir que es la primera consulta popular en España en un municipio de más de 5.000 habitantes.

Ciertamente las consultas populares no son vinculantes… pero tiene todo el valor que quieran darle los representantes públicos, y si queremos construir una democracia de calidad, en la que tal como dicen los partidos políticos “nos comprometemos a escuchar a todos los vecinos…» “a consultarlos…” “a promover la participación ciudadana…”, las consultas populares en los asuntos importantes son además de coherentes, indispensables para la democracia.

Por otro lado, la Consulta Popular era la única posibilidad de tumbar Castro Novo, y a pesar de su carácter no vinculante, la victoria del NO, sería una victoria moral y política que tendría que dar al traste con este proyecto.

 

La campaña por el SI y por el NO. Lolín implicado en los negocios de Castro  Novo.

La campaña fue lógicamente muy desigual en cuanto a medios, pero fue compensada dignamente. Cada partido hizo su propia campaña, y la asamblea popular se organizó para hacer la suya, con un dispendio importante de medios de propaganda, y con la asistencia de PROEL. También intervino desde Cantabria el organismo unitario contra Castro Novo que lo formaban fuerzas políticas y sindicales, pero en las que estaba PRC, PCE, LCR, PTE, CC.OO., USO, SU, SCT, CNT, Asociación de Mujeres… en la que se organiza una fiesta popular amenizada por el cantante Fermín Valencia, y en la que se hace una llamada a la «solidaridad con el pueblo castreño en su lucha contra la oligarquía». El organismo unitario estaba advirtiendo que Castro Novo era la puerta que abría la especulación urbanística al resto de Cantabria.

En Castro, UCD hizo campaña por el NO, “Por amor a Castro vota NO”, rezaba su eslogan.

La campaña de la asamblea popular de ICU fue la más visible, sin duda, y se organiza en tres fases. Primero se edita un informe titulado ¿Castro Novo?. En segundo lugar se edita un folleto con la imagen de la ermita Santa Ana que en ese momento estaba derruida con una frase que decía”, “Pensemos en el viejo, no en el Novo”, y el tercer momento fue un cartel a todo color con la imagen de Santa María, con un texto que decía algo tan simple como CASTRO URDIALES SI, CASTRO NOVO NO.

El resto de las fuerzas de izquierda y los sindicatos hicieron campaña por el NO, cada uno según sus propias argumentaciones, con modestas aportaciones económicas. En algún caso también se hicieron murales pintados en varias zonas.

Mientras que Proel se vuelca en favor del NO, la Ilustración se pronuncia por el SI. La derecha de UEI utiliza una mercadotecnia similar a la que le dio la victoria en las elecciones, medio año antes, en una campaña efectiva, inteligente:  “Castro Novo, SI, la mejor papeleta para Castro” “La papeleta de la mayoría de Castro, Si”, “La papeleta de nuestro alcalde, SI”. “Castro tiene la mejor papeleta de su historia”. Tratando de inducir el apoyo a Lolín con el apoyo a Castro Novo.

Castromar también se volcó en la campaña por el SI, y lo hizo con grandes medios, mandando un mailing con un librito que se titulaba Castro Urdiales, Castro Novo, Castro Mar, a todo color, en papel cuché de alto gramaje. Por otro lado, Bofill se mojó por el SI a Castro Novo, y participó en mítines y conferencias…

Pero hay una cuestión, que irrumpe como un mazazo en campaña: la implicación de Lolín en los negocios de Castro Novo. Un trabajo de investigación en el que hay que volver a destacar la importancia que tuvo PROEL en la lucha contra Castro Novo. Y efectivamente, dos semanas antes de las votaciones se hace público en la portada de PROEL. “LOLÍN IMPLICADO EN NEGOCIOS CON CASTRO NOVO”, y se publica un informe de nuestro redactor, Jaime Gutiérrez, en el que demuestra que el alcalde había comprado, mediante testaferros, todo ello según certificación del Registro Mercantil de Santander, en el que consta la propiedad de 10.000 m2 de terreno en los sectores I y III de Castro Novo, a través de una sociedad limitada, Norteña de Inversiones SL (constituida en febrero de 1977), que después se transforma en una sociedad anónima Arcisero S. A., y que justamente antes de empezar la huelga de hambre, el 28 de septiembre de 1979,  se vende a Castromar.

Obvio es que esto fue un mazazo para las aspiraciones de Lolín, de Castro Mar, y del SI a Castro Novo. La prensa nacional, y regional recogieron la noticia en su primeras páginas, como siempre hacían con todo lo relativo a Castro Novo. Lolín dijo que se iba a querellar contra PROEL; de hecho en la Ilustración de Castro se llegó a sacar en portada que había presentado querella criminal por injurias y calumnias contra PROEL, pero lo cierto es que Lolín no llegó a querellarse nunca.

LAS REVISTAS NACIONALES SE OCUPAN DE CASTRO NOVO Y DE LA CONSULTA POPULAR: 

Además de Triunfo, que ya publicó un reportaje en 1.977, y Cuadernos para el Diálogo… He aquí el reportaje de la Revista La Calle «¡Qué bonito es Castro Urdiales!»:

LaCalle_octubre_1979.

Y aquí, el reportaje de Sábado Gráfico «Castro Urdiales, primera consulta popular tras la Constitución: URNAS CONTRA ESPECULADORES»:

SábadoGráfico_diciembre_1979

16 de diciembre. Victoria del NO. La ilusión, la emoción, el futuro…

La prensa recogió en sus portadas la enorme expectación de la celebración de la Consulta. La incertidumbre era enorme, y el resultado impredecible. El 16 de diciembre de 1.979 era domingo. Los colegios electorales fueron los mismos que en las lecciones municipales que se habían celebrado ocho meses antes. La prensa regional estuvo en Castro para no perderse la foto del alcalde y concejales. Muchos nervios hasta el momento del recuento. Y CASTRO VOTÓ NO:

El No gana por una diferencia de 544 votos. Es decir, un 54% de los votos fueron NO, frente al 46 % de los votos a favor de SI. Había votado casi el 74 % del censo electoral, un poco menos que en las elecciones municipales anteriores, y por encima de las elecciones generales. Incluso en el casco urbano, la participación fue mayor que en las elecciones locales. El NO ganó en todos los colegios electorales del casco urbano, y en la mayoría de las juntas vecinales.

Los resultados fueron comunicados por María Asun Calera, concejala de ICU, desde el balcón del Ayuntamiento (el alcalde y UEI desaparecieron), y el estallido de alegría fue inmenso.

 

Lolin, UEI, Castro Mar… la derrota de un proyecto en una consulta popular no vinculante.

La victoria del NO sienta muy mal en las filas de los partidarios de Castro Novo que se habían preparado para ganar. Y a partir de entonces Castro Mar y UEI tratan de reconducir su estrategia; aparecen incluso unas declaraciones de Bofill en las que felicita al pueblo, pero que considera el resultado como muy constructivo y satisfactorio, y hace una traducción increíble del resultado diciendo que había sido un gesto político más que una reafirmación contra el proyecto.

La estrategia es hacer mutis, incluso hacerse los locos invocando a la legalidad de toda la tramitación urbanística, e incluso a las responsabilidades de dar marcha atrás, en la medida de que Castro Mar podría exigir indemnizaciones multimillonarias. Es obvio que UEI va a hacer prevalecer el carácter no vinculante de la Consulta, mientras que ICU justamente perseguirá la legitimidad política de la decisión popular.

Por otro lado, lo que va a suceder en los meses siguientes es que por parte de ICU se va a insistir en que el alcalde declare sus implicaciones en Castro Novo, y Lolín va a cesar temporalmente (algo que hace en dos ocasiones) al parecer por problemas de salud… los tiempos en los que no está Lolín en la alcaldía son un remanso de paz, pero cada vez que volvía se armaba otra vez el follón, porque las pretensiones de ICU pasaban porque el alcalde debía presentar la dimisión por su implicaciones en Castro Novo.

 

Castro Novo sigue adelante…

Sigue delante su itinerario urbanístico puesto que ya se habían aprobado los planes parciales y el proyecto de urbanización, y a mediados de 1980 se aprueban las juntas de compensación. En el año 82 se presenta la primera solicitud de licencia de obras, y aparecen los camiones con materiales de construcción… la respuesta de la asamblea popular es tirar al agua unas 100 toneladas de grijo que habían sido depositadas en la ladera de Cotolino.

Sigue adelante, pero la amenaza de las palas constructoras no se cumple. Todavía.

 

Elecciones de 1983. El pacto PSOE-ICU. Encargo de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana. Ruptura del pacto. La frustración.

Las elecciones para ICU son alegría y decepción. Alegría porque en el computo total gana la izquierda. El PSOE ya reconstruido recupera su electorado natural y saca 6 concejales, mientras que ICU pierde un concejal (3) lo que permite una mayoría de izquierdas frente a AP que (sin Lolín) sacó 7 concejales, y 1 el CDS. Y se forma una alianza, un pacto entre el PSOE e ICU, en el que se pacta entre otras el apoyo a un nuevo PGOU, la instauración de los consejos municipales, la consulta popular siempre que lo propongan 2.500 firmas siendo el resultado vinculante, y lo más importante, quizás, la descentralización del poder municipal trasladando a los presidentes de cada comisión, es decir, a los concejales, la decisión de los asuntos municipales.

En fin, este idilio duró lo que dura un parto, 9 meses, y el parto no fue feliz, pues se aborta por muy diferentes factores que ahora sería largo analizar. A las desavenencias, desencuentros, pude asistir como miembro redactor del nuevo PGOU que estaba en marcha, y el ambiente era irrespirable. En fin que el pacto se va a la mierda, y con él las esperanzas de poner en los planos del PGOU una alternativa al proyecto de Castro Novo.

 

Castro  Novo  empieza a construirse. El señuelo de las viviendas sociales. Castro  Novo se construye sin el proyecto de Bofill. La explosión urbanística de Castro.

Lolín vuelve al Ayuntamiento en 1987, y con él vuelve también Castro Novo; esta vez con el PP, obteniendo la mayoría absoluta, 9 concejales (frente a los 6 del PSOE y 2 de ICU). Ya se ha producido la crisis de Castromar, la bancarrota de Bankunión que hace que las propiedades de Castro Novo pasen al Fondo de Garantía de Depósitos Bancarios que las saca a subasta; el Ayuntamiento se hace el loco, o realmente no puede adquirir las propiedades… y Castro Novo se convierte en una multiplicidad de propiedades y de promociones que se van sacando adelante a partir de finales de los ochenta y principios de los noventa ya con la construcción de la autovía Castro Bilbao que dispara el Boom de la construcción, con un plan, el de 1965 todavía vigente, con la modificación de Castro Novo en el que los planes parciales ya estaban aprobados, pero sin el proyecto de Bofill.

 

La importancia de reivindicar la Consulta Popular de Castro Novo. 

Ahora llega el momento de responder a aquello de que “¿Acaso no era mejor aquel proyecto que lo que tenemos ahora en Cotolino?”.

Es una pregunta trampa, porque tiene una respuesta obvia… «es mejor el Castro Novo de Bofill, una ciudad residencial bien diseñada, que no lo que tenemos ahora».

Pues va a ser que no. Ni el Castro Novo de Bofill, ni el Castro Novo que tenemos ahora. Porque si tuviera que valorar lo que hay ahora construido en Cotolino, y en Arcisero, es decir, entre Castro y Mioño, es justamente la versión cutre de Castro Novo, la que ha sido posible según los planteamiento de su promotores, porque aquellas personas que nos oponíamos entonces a Castro Novo, nos hemos opuesto también a este desafuero urbanístico que ha venido tras la aprobación del Plan General del 96. Bueno todos no; algunos de los que decían NO a Castro Novo en el 79, permitieron SI a Castro Novo cuando tuvieron responsabilidades de gobierno doce años después. Nadie me va a obligar a elegir entre lo malo y lo peor, porque lo que quiero es lo bueno, lo mejor, lo que a mi me parece es mejor.

Por lo tanto hay que reivindicar Castro Novo, sacarlo del lado oscuro de la memoria, reivindicar la Consulta Popular.

La Consulta Popular del 16 de diciembre de 1979 fue una fiesta para la democracia, fue la primera consulta popular que se hizo en democracia, la primera desde la República. Una consulta sobre una cuestión muy candente que siempre ha estado en nuestras cabezas, en la ciudadanía castreña, la cuestión de qué queremos ser como ciudad, cómo queremos crecer, o no crecer, como queremos convivir… Y además de una fiesta democrática, fue una fiesta para aquellas personas que queríamos preservar nuestro municipio de lo que considerábamos una gran amenaza, la de un proyecto con una macrourbanización, con unos planes parciales que implicaban un hábitat nuevo para 25.000 personas, cinco mil viviendas. Que NO. Pero SI.

Porque Castro Novo es, después de todo, una gran frustración. Una frustración precedida de un engaño de unos alcaldes, y unos grupos políticos, que pasaron de la voluntad popular. El momento clave es 1983, con el pacto PSOE – ICU, en el que se dibuja una oportunidad para construir otro modelo de urbanismo, con el nuevo Plan General Ordenación Urbana que se quiso redactar en esa legislatura pero que no llegó siquiera a aprobarse inicialmente porque el gobierno PSOE – ICU  fue un fracaso. Es decir, una fiesta para la democracia que se desbarata con lo que fue un fraude a la ciudadanía porque aquello que quisimos y que votamos democráticamente luego fue burlado, tal como ha demostrado la realidad.

Pero Castro Novo sigue en la realidad. Tan real como el Urbanismo que venimos padeciendo que sigue vigente con un modelo que aún no ha agotado todas sus expectativas de crecimiento, de seguir edificando en suelo urbanizable. Por dar un dato, el Castro Novo de Arcisero y La Cruz se extiende hasta la playa y laderas de Dícido, en Mioño. De hecho el Castro Novo construido es aproximadamente un 55% del Castro Novo urbanizable que contempla el actual Plan General. Por lo tanto la frustración de Castro Novo se sigue dilatando y se sigue sosteniendo, porque en realidad nadie ha puesto en duda el actual modelo crecentista, salvo quienes demandamos la Revisión del PGOU.

Reivindicar la Consulta Popular. Invocar la necesidad de PARTICIPACIÓN CIUDADANA. No se puede decidir el futuro de la ciudad, de los municipios, del territorio, a espaldas a la ciudadanía. Tenemos medios e inteligencia ciudadana como para no permitirnos ese desprecio. Una veces será la audiencia pública a los vecinos y a las asociaciones; en otras ocasiones los consejos sectoriales de participación, las consultas ciudadanas, las iniciativas populares, y cuando sea preciso la consulta popular. La democracia participativa ayuda a que la democracia representativa sea más eficaz, más justa, más inteligente.

Castro Novo, de la ilusión a la frustración. Superar la frustración es el objetivo, tomando las riendas de lo qué queremos ser, cómo queremos definir el futuro de nuestro municipio. Aprendiendo del legado de nuestra memoria, haciéndola nuestra y reaprendiéndola para diseñar nuestro futuro. De la frustración a la ilusión.

Juantxu, 16 de diciembre de 2017.

Enlace con el vídeo de la charla-entrevista el pasado 15 de noviembre en la librería La Vorágine:

MILITANCIA DE LARGO RECORRIDO. Juantxu Bazán

[1] El escrito está firmado por Agustín Monteoliva (PSOE), Miguel Ángel Rodríguez Aqueche (PCE), Felix Berastaín (ID), Eduardo Lazcano (USO), José Antonio Cadenas (CC.OO.), Pedro Sandi (Cáritas), Conchi Gómez (JOC), Pedro Bazán (Independientes), Asunción Calera (PROEL).
[2] Los planes parciales de Castro Novo (modificación del PGOU de Castro Urdiales) se aprueban el 28 de noviembre de 1.977 por la Comisión Provincial de Urbanimso de Santander, con el único voto en contra del Colegio de Arquitectos de Madrid, sección Santander.

[3] Artículo publicado por el Movimiento Ciudadano en la Ilustración de Castro el 16 de octubre de 1977.

10 comentarios sobre “Haciendo memoria de la Consulta Popular de Castro Novo: De la ilusión a la frustración.

  1. Castro Novo, fue un pelotazo urbanistco-bancario (ya repetido por la misma entidad el las afueras de Pamplona donde después de recalificar suelo rústico en urbano, abandonaron el proyecto construyendo solo una vivienda ya que el negocio en aquella época era recalificar no construir ).
    En Castro iniciaron la estafa comprando terreno rustico para instalar una fábrica de cemento en Resamano. Una vez adquirido buscaron al más renombrado arquitecto para hacer un ficticio mega proyecto urbano a fin de que el gobierno y ayuntamiento en las mismas manos políticas le permitiera recalificar como urbano el suelo rústico ya en su poder. Así una vez conseguido tuvieron suficientes bienes revalorizados para que el Fondo de Garantía del Banco de España permitiera cerrar Banco Unión al que el Vaticano igual que al Banco Ambrosíano en la misma época habían vaciado y cuyo director apareció muerto bajo un puente en Londres.
    Castro y sus habitantes fueron manipulados para oponerse ya que edificar no era negocio. solo recalificar.
    En esos años cerraron las más importantes constructoras castreñas: Teodomiro, Basterrechea, Vizcaya, Merodio, Villanueva etc etc por falta de demanda. La autovía con Bizcaya aun no existía.

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    1. De acuerdo con tu análisis; Castro Novo, antes de cualquier otra consideración sobre lo hermoso o no del proyecto, es un PELOTAZO, un negocio apoyado en la especulación urbanística. No entiendo que es eso de que «Castro y sus habitantes fueron manipulados para oponerse ya que edificar no era negocio…». La Consulta Popular nos deja muchas lecturas, tantas como lectores, pero para mí (por eso hablo de FRUSTRACIÓN) es la de burla y engaño a la voluntad popular, seguida de la incapacitad de la izquierda de dar una alternativa a Castro Novo en el momento que debió darse, con el gobierno PSOE-ICU.

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  2. Enhorabuena, el trabajo es espectacular. Me encanta la forma de redactar y lo adecuado de todos los documentos que adjuntas.
    En cuanto al asunto pienso que, por suerte o por desgracia, la realidad final no ha variado mucho con respecto a lo proyectado, al menos en lo desarrollado hasta el alto de la Cruz. Esperemos que la siguiente oleada no pase de ahí, aunque lo dudo, porque la memoria con respecto a las «burbujas» es muy frágil, y suele alcanzar únicamente hasta que otra posibilidad de especulación se presenta.
    Peor suerte aún padecemos por el desarrollo de Castro en su salida hacia Santander, con esa especial forma de dejar que cada huerta dé forma al edificio que finalmente soporta.
    De los errores, se aprende?

    Un cordial saludo

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  3. Gracias Fernando. ¿Qué si se aprende de los errores? Eso creo, aunque a veces ni de eso, porque como tu bien dices la memoria es demasiado frágil, y la tentación de ganar dinero es universal e infinita.
    Mi escepticismo es proporcional a la decepción y frustración en relación al desarrollo urbano que ha tenido esta ciudad, este municipio, en las últimas décadas. Y no veo que en los actuales gobernantes (ni opositores) haya intención de hacer ni reflexión ni enmienda a lo que hay. Así que si llega una «neoburbuja» nos pillará con la inevitable disculpa de que «no podemos hacer nada porque el plan general lo permite…».
    El Plan General se tendría que haber revisado en el año 2008 por ley, y quizás antes a la vista de los problemas que se estaban generando. En materia de urbanismo (la principal competencia que tiene un municipio) no me corto un pelo: hemos estado padeciendo gobiernos irresponsables… y una ciudadanía más preocupada por los fatuos fastos que por el futuro de su ciudad.

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  4. ¡Que maravillosa, completa y detallada información para quienes ajenos a toda esa lucha popular, hemos venido posteriormente a ocupar ese sucedaneo del famoso Castro Novo,constituído por el actual Cotolino! No se trata de pedir perdón por esa colaboración involuntaria…pero si de ser conscientes del origen del suelo que pisamos cada día. Gracias; muchas gracias porque la verdad nos hará libres, una vez más.

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  5. Impresionante la verdad. Es un trabajo estupendo. Enhorabuena y gracias por toda la información y por refrescarnos la memoria de todo lo vivido en aquellos años y que es parte importantisima de la historia de nuestro querido pueblo.

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