Atribuimos a Lionel Messi cualidades de héroe por ser capaz de hacer lo inverosímil cuando juega al fútbol. El mejor jugador del mundo, probablemente el mejor de todos los tiempos, nos deleita y nos asombra por su increíble manera de conducirse con el balón, driblando, y regateando a uno, a dos, a tres… y chutando para poner el balón allí donde es imposible alcanzarlo para el portero. Dentro del campo, Messi es el héroe por excelencia de nuestro tiempo, una divinidad entronizada por los medios de comunicación de masas, adorado por los aficionados, ofrendado con los trofeos que solo pueden alcanzar los mejores, y gratificado con cifras de dinero inalcanzables para el resto de los mortales.
Descubrimos que ciudadano Messi es un delincuente. Así lo ha sentenciado la audiencia de Barcelona que le condena a 21 meses de cárcel por defraudar a la Hacienda Pública 4,1 millones de euros. Delincuente presunto hasta que no sea firme la sentencia que será recurrida al Tribunal Supremo.
Nuestro héroe blaugrana se confiesa ignorante cuando está sentado delante del juez: “yo me dedicaba a jugar al fútbol, confiaba en mi papá y en los abogados…”. Ciudadano multimillonario Messi recibía exorbitantes ingresos por la explotación de sus derechos de imagen pero piensa que no le correspondía a él saber si cumplía con sus obligaciones cívicas. La audiencia de Barcelona sentencia que Messi ha cometido un fraude de extrema gravedad afirmando que ciudadano Messi tiene la obligación de saber lo que se hace con sus ingresos, y que la ignorancia deliberada no puede descargarle de responsabilidad, muy al contrario, “cuando se aprecia una indiferencia tan grave y, a pesar de todas las oportunidades que tuvo el jugador para conocer cómo se gestionaban sus derechos, cabe considerar que ha actuado con dolo (voluntad deliberada de cometer un delito)”, dice el tribunal.

TODOS SOMOS MESSI
Héroe en el campo de fútbol, villano cuando está desprovisto del balón. Héroe y villano, esto es algo muy difícil de aceptar: la sociedad se desmorona.
El asunto de Messi ha sido tratado con demasiada benevolencia. Entiendo que cueste señalar a nuestro héroe como un presunto delincuente, a fin de cuentas las banalidades de los mortales, como declarar a Hacienda por todos nuestros ingresos, no deberían enturbiar la gloria de quien ha recibido cinco balones de oro.
Pero una cosa es la complacencia, y otra muy diferente la exaltación de la delincuencia a la que se aproxima el Club de Fútbol Barcelona en su reciente campaña “Todos somos Leo Messi”. ¿Cómo qué todos somos Messi? Ni somos héroes, incapaces de alcanzar sus cualidades, ni somos villanos, sufridos contribuyentes que cada año declaramos todos nuestros ingresos. Los directivos del club de fútbol y las personas que han diseñado esta campaña están dando la réplica a aquello de que “Hacienda somos todos”, lema que ha rezado en las consignas para evitar el fraude fiscal en España desde que estrenamos democracia, y que lamentablemente aún no se ha impregnado en nuestro modus vivendi, sobre todo en el de aquellas personas que, como nuestro admirado Messi, se dotan de especiales recursos para evadir impuestos. Decir que “Todos somos Leo Messi” es frivolizar con este tipo de comportamientos. Es inadmisible.

Desconozco ahora mismo el grado de adhesión de los socios y simpatizantes del Barça a esta campaña. Me temo lo peor. Messi es la persona más importante del club, y su directiva está especialmente interesada en que prevalezca la magnificencia del héroe frente a la oscuridad del villano. En nuestra cultura, casi siempre el héroe termina por vencer al villano, y el pueblo que adora a sus héroes también está dispuesto a perdonarlos.
¿Acaso el pueblo también peca de ignorancia deliberada?
Juantxu Bazán, 11 de julio de 2016.
Completamente de acuerdo, en toda tu exposición…..el cinismo social siempre trata de buscar argumentos a conveniencia y encuentra seguidores, lamentable pero así es.
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